El descenso en el número de palomas y tórtolas, junto con la crisis económica, protagoniza el arranque de la Media Veda

El pasado sábado 25 de agosto arrancó la media veda en Extremadura, un periodo marcado por las dudas, debido a que todo hace indicar que la campaña se presenta con pocos ejemplares, salvo excepciones, y un descenso en el número de cazadores, debido a los efectos de la crisis.

El secretario general de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, destacó que “conejo hay mucho, porque son animales muy resistentes a la sequía pero las previsiones son malas para tórtolas y palomas”, debido a que la climatología no ha sido la idónea durante la pasada primavera.

Por su parte, también se espera que el número de cazadores en la región disminuya durante las próximas semanas con respecto a años anteriores (80.000 el pasado año), puesto que la crisis económica se dejará notar en el campo.