Conmoción en el mundo montero en la despedida a un gran cazador y orgánico extremeño
Juan Carlos Prieto Cidoncha falleció el pasado 5 de enero, a los 53 años de edad, tras una inesperada enfermedad. El capitán de la Orgánica Monteros Battue estaba finalizando su vigesimoquinta temporada al frente de la misma, que se encuentra entre las mejores orgánicas del panorama cinegético extremeño.
Una orgánica que surgió hace un cuarto de siglo con la finalidad de abaratar los costes de las monterías a un grupo de amigos, cuando las monterías eran un privilegio al alcance de unos pocos cazadores, y que se fue transformando poco a poco en una de las principales empresas cinegéticas de nuestra comunidad, todo ello sin perder ese carácter familiar que siempre la ha caracterizado y que tanto han valorado los numerosos cazadores que han tenido la fortuna de compartir una jornada de caza con Juan Carlos Prieto y con todo el equipo humano que le rodeaba.
A nivel cinegético Juan Carlos Prieto fue todo un referente en lo que más le gustaba, en la preparación de las manchas. Para él una montería comenzaba a cazarse en verano, aportando alimento cuando en el monte comenzaba a escasear, de manera que evitaba que muchos animales abandonaran las manchas en busca de los cultivos de cereal. La caza a rececho o espera siempre fue incompatible con una montería organizada por Battue.
En el calendario de Monteros Battue, que llegó a contar con 36 monterías por temporada, figuraron las mejores fincas cochineras, y siempre en abierto, de Extremadura, dejando paso a otro tipo de caza más comercial en la que el venado era requisito imprescindible, en la última etapa de esta Orgánica.
Durante estos veinticinco años diferentes generaciones de monteros y rehaleros han disfrutado de noviazgos, lances, agarres y jornadas de convivencia que son evocadas en estos días con cariño, y que harán que Monteros Battue y su Capitán Juan Carlos Prieto, no queden en el olvido como una orgánica comercial más, sino como un recuerdo de una parte de la familia que se pierde, pero que no se olvidará jamás.
Desde el corazón de esta Federación y del de todos los cazadores extremeños, le rezamos su última Salve Montera. D.E.P.
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