Desde la Federación Extremeña de Caza continuamos con la sección inaugurada el pasado mes en colaboración con la organización JOCAEX. En esta ocasión, el protagonista de la entrevista es Raúl Sánchez de Castro, director general de la prestigiosa empresa extremeña Cárnicas DIBE.
-¿Qué es para ti la caza?
Mi pasión y mi vida. La forma de ganar el pan de mi familia, como lo es también para todas las personas que componemos Cárnicas Dibe.
-¿A qué edad comenzaste en este mundo y quien te animo a ello?
Desde que tengo uso de razón convivo con el mundo de la caza, incluso antes de tenerla. Mi abuelo Paulino ya era cazador, mi padre, mi tío, mi hermano, mi prima,… Somos familia de cazadores.
-¿Recuerdas tu primera montería? ¿Cómo fue?
Síiii. Fui con mi padre y tendría 8 o 9 años. Recuerdo perfectamente que fue en la Sierra De Sevilleja de la Jara y nos tocó un bonito puesto de balcón. Pasaron dos ciervas pero no pudimos tirarlas, por entonces no se podían tirar. Nos colocó en el puesto “Tío Vitor” y a la montería fuimos invitados por Regino Díaz. “No ha llovido desde entonces”.
-Después de todo esto que nos cuentas, ¿Cómo fue la idea de hacerte empresario en este sector, como son las carnes de caza?
Mis padres ya recogían carne de montería antes de casarse, por lo que he crecido entre ciervos y jabalíes. Nuestra empresa nace de una pequeña carnicería en Puente Del Arzobispo. Igual que toda mi familia paterna era cazadora, por parte materna también eran cazadores. Aquí empezó todo…
-¿Cómo fueron tus comienzos como empresario?
Los míos muy duros y difíciles. Ahora somos la tercera generación de carniceros de la familia y al caer enfermo mi padre, me tocó ponerme al frente del negocio, pues no quedaba otra. Mi padre me había enseñado todo, se puede decir que desde los 20 años yo era la parte visible de Cárnicas Dibe. Mi padre era quien marcaba el camino y tomaba las decisiones de peso.
Desde 2008 soy el máximo responsable de la empresa. Dadas las circunstancias de aquel año, he de decir que los inicios fueron muy difíciles, personal y profesionalmente. Mi guía y mi pilar, que era mi padre, no estaba para ayudarme. Justo ese año damos el salto a la nueva industria de El Gordo, pasando de 800 metros de planta y 12 empleados a más de 4.000 metros de industria y 60 trabajadores. Para postre, problemas con la exportación de carnes y difícil situación del mercado. Para no tener estudios universitarios, hice una carrera con tres másters en pocos meses. Las trabas que la vida pone en el camino enseñan más que muchas universidades.
Ahora con la incorporación de mi hermano en la empresa y todo el equipo humano que compone cárnicas DIBE, todo es más fácil.
-¿Cómo ves la situación de caza en España? ¿Crees que influye la crisis?
La crisis se notó en su día y se nota en cazadores nacionales, pero gracias a nuestra montería tradicional española, única y universal en el mundo entero, tenemos gran cantidad de cazadores extranjeros que hacen que esa crisis desaparezca o no se palpe. ¡Ojo a la riqueza que generan! ¡Qué parece que mucha gente no quiere verlo!
También es cierto que muchas empresas del sector cinegético no pasan por su mejor momento. Las fincas cada vez exigen más, cuestan más, muchas monterías están salvando esos costes poniendo a la venta las piezas abatidas y cobrando en efectivo el valor de sus carnes. Lleva varios años a un alto nivel de precios y eso les compensa algunos gastos. Hay que decir que las ciervas son las madres de los ciervos y que si seguimos así, estas se acaban.
-¿Es fácil ser empresario de compra y venta de carnes de caza? ¿Animas a más jóvenes a seguir por el mismo camino que escogiste?
A día de hoy todo negocio es difícil y este no va a ser menos. Todos los sectores cárnicos están en situación crítica, como el porcino, el vacuno, el avícola,… Ser carnicero de carne de caza es más complicado de lo que parece a día de hoy, pero el campo esta para el que le gusta vivir de ello. Esto no es lo que era y los márgenes son cada vez más ridículos para un negocio de servicio a deshoras, de fines de semana, festivos y sin las mejores condiciones de trabajo, no todo el mundo vale. Requiere cuidar al proveedor mejor que a un cliente, dar el mejor servicio, pagar el mejor precio,… Aun así, yo no soy quien para quitar la idea a nadie.
-¿Existe mucha competencia empresarial?
Competencia hay en todos los gremios y sectores, unos mejores y otros peores, pero todo el mundo tiene su sitio en el mercado. La competencia también es buena y necesaria siendo sana y jugando con las mismas cartas.
-¿Cuáles son sus aspiraciones como empresario?
Empresarialmente siempre buscas crecer o mantenerte, por ello trabajamos día a día, aunque muchas veces ese sacrificio no merece la pena. Para dedicarse a esto hay que ser muy pasional y amenté de tu trabajo, pues lidiamos muchos “Miuras”. En nuestra empresa, tenemos claro en lo que se refiere a la caza que es difícil crecer a día de hoy, estamos buscando otras vías y nichos de mercado, tanto en el sector de la carne como fuera de él.
– De todo lo que rodea el mundo de la caza ¿con qué se queda?
Difícil pregunta… Por una lado con la pasión de los lances y como se siente un cazador. Esos momentos en los que “te pones a 200” cuando estás buscando poner el punto de mira en el codillo de una res o cuando te entra un buen guarro al cortadero. Esas carreras en las que no eres capaz de meterlo en el visor y tienes la sensación que se sale el corazón del pecho. También me quedo con la cantidad de personas que conozco, de las vivencias y momentos vividos con ellos. Si no fuera por la caza, no conocería a grandes personas, que a día de hoy aprecio, quiero y admiro.
-¿Qué nos puedes decir de la carne de caza que no sepamos? ¿Cree que es mejor carne que cualquier otra que está en el mercado? ¿Quizás ignoramos las ventajas y propiedades de comer carne de caza?
La carne de caza es una carne muy desconocida y poco consumida en España. Es una pena, la verdad. España es el segundo productor de carne de ciervo rojo del mundo y en consumo de su carne, estamos a la cola de Europa en consumo por habitante. De jabalí consumimos aún menos que del ciervo. Una pena.
La carne de caza es baja en grasas y rica en proteínas, lástima que nos cueste tanto conseguir que la gente lo consuma en España. Cierto es también que muy pocas orgánicas predican con el ejemplo dando a comer esta carne en sus monterías. Creo que ayudaría bastante a motivar el consumo y romper el miedo a probarlo.
Ahora, con el nacimiento de Asiccaza, se debe dar un golpe de efecto para motivar el consumo de carne de caza en España.
-¿Anima usted a comer carne de caza a los desconocidos de este sector? ¿Cuál es su plato favorito de carne de caza?
Mis hijos, de 3 y 5 años, comen carne de caza semanalmente. En mi casa es muy habitual comer esta carne en salsa, lomo a la plancha, filetes adobados, hamburguesas, … imagina si lo puedo recomendar. Siempre que voy a un restaurante y hay platos de caza, lo pido por dos motivos, porque me gusta y por incentivar su consumo.
Mi plato favorito es un buen lomo de ciervo a la plancha con una buena salsa dulce o un steak tartar de ciervo. No sé por cuál de los dos decidirme.
-Y ya para terminar que le parece la labor de JOCAEX con los jóvenes cazadores extremeños.
Excelente, maravillosa y de agradecer, tanto como joven, padre y cazador que soy. Creo que se debería de extender a otras autonomías y que tomen ejemplo copiando lo que hacéis. Es una labor que ayuda a generar cantera de cazadores, dado que cada vez es más difícil hacer que los niños entren a formar parte de nuestra familia del mundo de la caza.
Muchas gracias por darme la opción de poder expresarme en estas palabras.
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