Objetivos

Desde los años 1970, se estima que a nivel global se han perdido el 70% de las poblaciones de tórtola, especialmente en el oeste de Europa, un declive que también se ha producido en España aunque aún existen áreas concretas con poblaciones estables y en incremento. Las principales causas de regresión son la pérdida de hábitat, tanto en las zonas de cría como invernada, junto con niveles de extracción cinegética no sostenibles y en menor medida otros factores. En consecuencia, el PIRTE tiene como objetivo revertir la situación de la especie a través de varias medidas que puedan ser puestas en práctica por los cazadores y gestores.

Metodología

Durante el 2019 el proyecto se inició en Extremadura, gracias al apoyo de la Junta en colaboración con la Universidad de Extremadura. En dos unidades de gestión separadas en Cáceres y Badajoz, se está realizado un seguimiento de poblaciones de tórtola en cotos en los que se gestiona la especie a través de suplementación alimentaria y caza sostenible, con objeto de promover buenas prácticas de gestión a pequeña escala que puedan ser promovidas en otros cotos. Además, en uno de los cotos se está realizando anillamiento de tórtolas con fines científicos y a nivel global se está realizando una importante labor de comunicación y divulgación de resultados.

Resultados

Durante el 2019, pudimos confirmar que la tórtola hace un uso frecuente de la suplementación alimentaria ofrecida, pudiendo servir los puntos de alimentación como lugares para la realización de censos. Al ser esta una de las acciones prioritarias y urgentes, reflejadas en el plan internacional de gestión, pensamos que es necesario mejorar en las prácticas de alimentación para reducir el consumo por parte de otras especies, como el ganado y la caza mayor.

Es posible realizar censos de las poblaciones de tórtola mediante escuchas en mayo-junio y en las zonas en las que se realiza suplementación alimentaria (comederos), de mayo a septiembre. Contando con la colaboración de los cazadores y gestores, ambos tipos de censos debieran expandirse en años venideros, especialmente mediante escuchas.

La caza es un factor de mortalidad aditiva, si bien los porcentajes de extracción que se realizan varían en función de las decisiones que se tomas en los cotos. Aunque los cotos estudiados cumplen con los cupos establecidos por la normativa, es evidente que hay dos tipos de escenarios de caza, aquellos en los que pensamos que podrían estar realizando “sobre caza” y aquellos que no, siendo imperativo regular las extracciones en los “comederos” para que no sean un problema para la conservación de la tórtola, sino parte de su solución.

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